miércoles, 8 de mayo de 2013

Tardes de Luvias

NO MÁS A LA GUERRA

Y terminando la batalla esa tarde
después de ver tanta aglomeración muerta
dije no más a la guerra baje mi arma
y mi alma se sentía tan triste.

Y aún así mi coronel seguía aniquilando al enemigo
no quise seguir más, tantos hombres muertos
tanta gente aguantado hambre, frío y perdiendo seres amados
sólo quería marcharme de esa pesadilla.

Únicamente no se veía como una pesadilla
era el horror de ensueños, era una catástrofe
como si en ellos pasara un huracán y se hubiese largado con todo
como si hubiese pasado una aspiradora y hubiese acabado con la tranquilad.

Gritos, desolaciones, lágrimas rojas, manos sangrientas
donde la arma era las aliadas y el hombre contraindicante
esa tarde me marché corriendo como nunca antes
y grite no más a la guerra ya no quiero ver más este infierno.




Autora de texto: Livittóre.






Y ASÍ SE MARCHÓ 

Y así fue como se marchó aquella tarde fría 
desgarrándome la mitad del alma 
dejándome huérfana con una herida
llegando a mi vida soledad junto a tristeza.

Quien lo pensaría la muerte...
para recoger a la tristeza
quien tocaría a la puerta 
sencillo soledad y dolor

Jamás pensé que llegaría a mi vida la muerte
jamás me imagine que quedará sola
jamás pensé que me quitarán el corazón 
y me taparán el sol con una lágrima.

Ya no luna sin estrellas
no hay sol sin nubes blanca
no hay una sonrisa de labios
sólo una mirada triste.

Ahora quedé con la piel herida
un alma desgarrada
un recuerdo triste
y una sonrisa apagada.


Autora de texto: Livittóre